¿Quién no ha tenido la experiencia de no dormir o ha tenido la impresión de no haber dormido o quizá no haber dormido lo que cree suficiente o no haber dormido como debería…? La realidad es que sabemos de la importancia que tiene el sueño en nuestra vida. Sin embargo, ese papel fundamental que otorgamos al sueño en nuestra salud, y que sin duda lo tiene, puede propiciar que entremos en un ciclo vicioso en el que la preocupación por no dormir se convierte en un eslabón más de gran importancia que nos impide dormir satisfactoriamente.
La calidad del sueño depende de muchos factores. Sobre algunos de ellos tenemos poco control: patrón de sueño, edad, dolor, enfermedades físicas, etc. Sin embargo, sobre otros factores sí que podemos producir cambios: modificar el ambiente del lugar donde dormimos (temperatura, ruido, luz, etc.); introducir ciertos hábitos en nuestra vida (planificar rutinas relajantes antes de dormir, hacer ejercicio físico, no hacer siestas, etc.) y evitar ciertas conductas: no ingerir estimulantes antes de dormir, no consumir tabaco o alcohol antes de dormir, etc.
¿Te ha ocurrido alguna vez algo como este ejemplo que sigue a continuación? Te vas a dormir pensando en algo desagradable que ha ocurrido en tu día o quizá o en problemas que barruntas pueden llegar. Cuando quieres darte cuenta te das cuenta de que llevas ya mucho rato en la cama y no te has dormido. Y como sabes de la importancia del sueño y al día siguiente tienes, por ejemplo, que levantarte pronto empiezas a preocuparte porque no te duermes y a intentar dormirte a toda costa. Y si esto se mantiene durante días nuestra preocupación por no dormir aumenta y nuestros intentos por dormirnos se vuelven cada vez más desesperados. Quizá empecemos a pensar que algo no va bien en nosotros, que esto tendrá unas consecuencias catastróficas, que no podrás seguir con el ritmo que llevamos en nuestra vida.
Reflexiona un momento. ¿Qué intentos hacen los bebés y los niños habitualmente para dormirse? ¿Cuándo tú has dormido bien qué estrategias has empleado para dormir? Muy posiblemente tu respuesta es que para dormir satisfactoriamente no hay que hacer nada.
Muy a menudo los intentos que hacemos por solucionar un problema (en este caso el insomnio) lejos de solucionarlo lo que hacen es amplificarlo y añadir un problema extra que añadimos y que tenemos que resolver.
Realmente el no dormir adecuadamente es algo muy complejo y será necesario tocar muchas teclas para revertir esta situación. La psicología desde hace tiempo ha estudiado el proceso del sueño y ha diseñado estrategias eficaces que pueden ayudarte a que la calidad de tu sueño mejore. Si crees que necesitas ayuda no dudes en contactarnos. Estamos preparados para ayudarte.
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